miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Tan sólo 5ºC?. Pensé que bajo cero.

¿Cuántos días de frío hemos andado por la calle con viento, helados, hemos visto en un termómetro que marcaba "sólo" 7ºC y en seguida hemos pensado: "si hombre, 7ºC, ¡já! aquí hace mucho más frío". Si el termómetro callejero anda bien, cosa que no siempre pasa, ya que se enfrían con facilidad en invierno y se calientan con mucha facilidad en verano, debido principalmente a los materiales que lo forman y a su colocación, podría tener razón.

Antes de nada, tenemos que tener en cuenta algunos factores, y es que el frío, no es más que la ausencia de calor y que el viento condiciona lo que realmente sentimos.
Un día frío con mucho viento, puede reducir la temperatura que sentimos de manera muy significativa. En cambio, otro día, con frío, pero sin viento, no tenemos la misma sensación, ya que mayor parte de las ocasiones en las que hablamos de un día "desapacible" refiriéndonos al frío, son principalmente por causadas el viento, que agudiza la sensación ya de por sí fría. La sensación térmica, es la temperatura que sentimos las personas, no la real. Podemos observar como un termómetro en invierno no baja de los 5ºC, y el viento produce que lo que nosotros percibamos sean temperaturas rozando los 0ºC o incluso por debajo.

¿Y entonces, por qué sentimos más frío cuando sopla el viento?.
Hablamos de cosas pequeñas, muy pequeñas: Las moléculas. Las moléculas que rodean nuestro cuerpo, que están pegadas a la superficie de nuestra piel están recibiendo el calor de éste, por tanto ellas se calientan, creando una película de partículas más calientes alrededor de la superficie de nuestro cuerpo. Como ejemplo, podríamos utilizar el que ocurre en verano cuando nos metemos en una piscina. Si el agua está muy fría puedes nadar, o en su defecto, te quedas parado, sin mover absolutamente nada, y notas como el agua, por momentos "ya no está tan fría". Esto último, se debe a que el calor que expulsa tu cuerpo ha calentado las partículas de agua que te rodean, que están pegando con la superficie de tu cuerpo, entonces la sensación de frío, es menor, ya que los receptores sensoriales (térmicos en este caso), se encuentran en la superficie de la piel.

Pues bien, esta situación en la que el viento no sopla y sentimos menos frío, se rompe, cuando comienza a soplar el viento. Es entonces cuando se mueven las moléculas que se encuentran en la superficie de nuestro cuerpo, e impide que se calienten. Al perder esta "película" de moléculas calientes, la temperatura de la superficie de nuestro cuerpo, desciende, ya que queda expuesta a las moléculas frías que componen el aire. En el ejemplo anterior, se asimilaría a cuando, después de estar un rato completamente parados en un agua muy fría, nos movemos, y sentimos "corrientes" de agua "heladas". Y es que nos hemos movido, y con el movimiento, se han movido también las partículas que habíamos calentado, quedando expuestas a las frías que forman el agua

Aquí tenéis una tabla en la que se puede comparar la temperatura real, sumada al viento y la sensación de frío que se obtiene debido a la combinación de ambos:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Carlos Velasco