martes, 11 de enero de 2011

¿Por qué el tiempo en España es más difícil de predecir que en el resto de Europa?

La AEMET, comparte el mismo nivel que otros institutos meteorológicos de Europa. Las predicciones tienen una fiabilidad muy alta sobretodo para el día siguiente y quizá uno más. La probabilidad de que se cumplan los pronósticos a partir del 4º día disminuye (por debajo del 50%). Europa se caracteriza por zonas muy extensas con pocas cadenas montañosas (exceptuando algunas cuantas), en resumidas cuentas, zonas llanas.
 Las zonas llanas en España son muy escasas. Predominan los sistemas montañosos y las mesetas y escasean las zonas llanas (exceptuando algunas zonas). Y esto influye y bastante en los modelos del tiempo. Los pronósticos del tiempo en España,  debido al relieve tan abrupto que presenta la península, presentan modificaciones y cambios en muy pocos días incluso horas. Mientras que en un país de Europa, pongamos el ejemplo más claro, Holanda, o Francia, quizás. Cuando se pronostican lluvias, debido a un sistema frontal, éste recorre el territorio sin encontrar obstáculo alguno y reparte precipitaciones donde estaba previsto. La cosa cambia en el caso de España. Cuando se pronostica la llegada de un sistema frontal o de una perturbación, que, supongamos, que dejará lluvia en gran parte de la península, va encontrar numerosos sistemas montañosos, cordilleras y mesetas que variarán en mayor o menos medida los pronósticos.
Esto provoca que la lluvia se deshagan con facilidad al llegar a una montaña y que no sigan las precipitaciones en la otra falda (efecto Foehn), como ocurre muchas veces cuando un frente procedente del Norte, llega el sistema Central, se deshace en Ávila dejando lluvia y en Madrid sólo se observa un aumento de la nubosidad en la capital, pero sin precipitaciones. En otras ocasiones, se reactivan las lluvias debido al crecimiento de estas en algún sistema montañoso...
Resumiendo, modifican la trayectoria de las lluvias, y muchas veces de las nubes, reteniéndolas o formándolas. Es por ello, por lo que, muchas veces, es difícil asegurar si finalmente las lluvias afectarán a un territorio cercano a relieves abruptos, ya sea detrás o delante de éste.