Cuando llega aire frío situándose por encima de una zona de aire cálido y húmedo, este último, al pesar menos, tiende a subir, y el frío a bajar, por lo que el aire cálido, al ascender, siempre se encuentra temperaturas inferiores a la suya, condensándose y formando nubes y desarrollo vertical con alturas de hasta 12 kilómetros en nuestras latitudes que, dependiendo de su desarrollo, las precipitaciones que las acompañan serán más o menos intensas.
Nubes de evolución diurna |
Es por ello, por lo que no encontramos a penas nubes precursoras del empeoramiento de las condiciones meteorológicas que nos puedan avisar de la llegada de lluvias o tormentas, sino que las nubes se forman en unas pocas horas, pasando de un cielo que puede estar completamente despejado, a otro lleno de nubes con un gran desarrollo casi sin previo aviso.
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Carlos Velasco