Proceso similar ocurre cuando expulsamos vaho. La humedad (vapor de agua) que expulsamos por la boca, al entrar en contacto con aire frío, se condensa rápidamente y formamos una nube que denominamos vaho.
Las nieblas más frecuentes en nuestro país, y propias de zonas del interior, se forman con cielos con pocas nubes o despejados (condiciones anticiclónicas). Esto permite que las temperaturas desciendan con mayor facilidad durante la noche y que las nubes no ejerzan como amortiguadores de la caída de las temperaturas. Entonces, la superficie de la Tierra se enfría debido a la pérdida de calor. El aire frío, tiende a descender (ya que es más denso que el aire cálido) por las laderas situándose en zonas bajas (como los valles) y toda aquella humedad que se encuentra cercana a la superficie, se condensa. Conforme avanza el día, los rayos de sol que llegan a la superficie, la calientan poco a poco y disipan la niebla. Este tipo de nieblas se conocen como de "radiación" y se forman siempre y cuando el viento esté en calma o sea muy débil.
No sólo son las únicas nieblas que podemos encontrar. Aquellas que se forman sobre las superficies de lagos o el mar y que se dan sobretodo después del verano, cuando el agua de la superficie permanece caliente y una masa de aire frío, condensa todo el vapor de agua que asciende. Este tipo de nieblas son conocidas como de "evaporación".
Las nieblas de advección, son aquellas que aparecen cuando se enfría una masa de aire cálido y húmedo (generalmente procedente del mar) que se desliza sobre una superficie fría (al tocar la tierra, llegar a la costa).
Representaciones gráficas: Tiempo.net
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Carlos Velasco