El otro día llegó a mis ojos un artículo bastante "diferente" al resto. Juan Bolea, escritor de El Periódico de Aragón, publicó un artículo relacionado con el tiempo, con los hombres y las mujeres del tiempo que dedican gran parte de su tiempo al estudio y a la compresión de esta ciencia poco exacta.
Esta entrada, va dirigida a este hombre, quien comentó una serie de aspectos bastante erróneos acerca de esta ciencia.
No es la primera vez que leo algo como esto de su parte. En Semana Santa, la exageración acerca de los errores cometidos por los meteorólogos (personalmente no vi ningún error en las previsiones, pero si en su escrito) inundó su injustificado artículo.
Os dejo a continuación dos enlaces donde podéis leer sus artículos. El primero de ellos fue en Semana Santa de este año (yo recomiendo leerlo, porque barbaridades hay muchas), el segundo lo escribió tras una granizada en una localidad de Aragón este mes de Mayo, localidad que ya estaba avisada por fuertes granizadas (cosa que el autor pasa por alto en su artículo).
Estimado
Juan Bolea:
De
antemano, me gustaría comunicarle que no soy periodista, ni meteorólogo, ni un
joven con los estudios terminados. Soy estudiante universitario, nada más.
Tengo
19 años y aunque no entienda totalmente las reglas que rigen el tiempo y lo que
ocurre día a día sobre nuestras cabezas, permítame decirle, que, personalmente,
creo que las controlo mejor que usted.
Seguramente
lo pensará, y si no lo sabe, se lo confirmo, que soy uno de "esos
personajes" que tiene cierta afición por una ciencia que usted llama, y
cito textualmente: " no es ciencia exacta, lo que quiere decir que se equivocan
con frecuencia". Yo no le escribo esta carta con el propósito de negarle
que la meteorología es una ciencia exacta, ni mucho menos, pero mucho más
avanzada de lo que usted cree.
Leí su artículo de Semana Santa, donde usted
escribe, y cito textualmente, no voy a inventarme nada:
"Los meteorólogos anunciaron con
antelación una Semana Santa en el Mediterráneo pasada por agua y con bajas
temperaturas, lo que provocó numerosas cancelaciones de reservas hoteleras, con
las consiguientes pérdidas económicas (...)".
Le ruego, por favor, cuide su "vocabulario
meteorológico" para no dar realidades distintas a sus lectores. Una Semana
Santa "pasada por agua" no es lo mismo que "una Semana Santa con
tiempo variable". Sepa usted, si no lo sabe, que ambas frases son
distintas. Si lee su artículo de nuevo, parece que la Semana Santa se
pronosticaba "muy lluviosa" según usted, y permítame que le corrija,
que no estaba pronosticada así. Hay ciertos matices que distorsionan la
realidad. Se esperaban chaparrones (tiempo variable) y así fue, los mapas de
esta pasada Semana Santa hablan por si solos.
Yo me encontraba en Alicante durante mis vacaciones
y oiga, tuve que sacar el paraguas, varias veces, debido a los chaparrones que
se produjeron como estaba previsto. Y, no se usted donde estuvo en sus
vacaciones, pero nadie que conozca me pudo confirmar:
" Y, sin embargo, en los pasados
días festivos lució un brillante sol"
Si me permite decirle, se observa un rechazo y
crítica por su parte a las previsiones meteorológicas, y una crítica
injustificada, por tanto, al trabajo que desarrollan personas para que el
tiempo esté siempre en nuestro día a día. Como ya le he dicho anteriormente, la
meteorología no es una ciencia exacta, como tampoco lo es su artículo,
permítame decirle. Me llevé una decepción cuando lo leí y no dejaba de
criticar, perdone, satirizar a personas que intentan que esta ciencia sea de lo
más exacta y que esté al alcance de todos, utilizando un vocabulario adecuado,
claro sencillo y conciso, de tal forma que lo entiendan todos los televidentes
(lo que usted llama "morbo", cuando es precisión y aclaración: "encuentran
un morboso placer en señalar con gruesos punteros y adjetivos las nieblas, los
chubascos (...)").
Veo que usted, si es que alguna vez lo ha visto, el
espacio del tiempo le parece un malgasto de tiempo, nunca mejor dicho, en horas
de máxima audiencia, escuchando a personas que no dejan de "decorar"
fenómenos meteorológicos con el fin de que los televidentes se queden en casa.
Esta misma comparación que hace usted, si me permite, se puede hacer con su
artículo. Un artículo lleno de "burdos errores" a la hora de hablar
sobre meteorología, utilizando términos y expresiones erróneos, que muchos
lectores, sobretodo los más inocentes, se habrán creído (o no) al leer su
artículo. Pues mire, para muestra un botón. Tiene usted un comentario en su
artículo sobre "El turismo contra el hombre del tiempo" un comentario,
que seguramente haya leído, en el cual, un miembro del periódico comenta que
las previsiones acertaron, cosa que usted niega rotundamente.
Menciona también que ya no se toma en serio las
previsiones del tiempo... si de verdad usted ha visto alguna y no le ha
coincidido con el tiempo que en realidad hizo, por favor, dígamelo, que puede
ocurrir, todas las previsiones no son perfectas, pero dígamelo cuando se
equivocan, no cuando no lo hacen. Pero si usted no controla en la materia, por
favor, no escriba artículos sobre esas ciencias, se equivoca usted y equivoca a
la gente.
Me gustaría saber si de verdad piensa que los
hombres y mujeres del tiempo "engañan" a la gente para que no gaste y
no salga de casa, para empeorar la economía del país. Si usted lo que quiere es
sol todos los días, no se preocupe, usted mismo se engañará, pero luego, por
favor, no escriba un artículo diciendo que iba a hacer sol y la realidad es que
ha estado diluviando.
Complemente de acuerdo estoy con usted de que sus
artículos estén publicados en el apartado de "opinión". De hecho
usted nos ha dado su opinión, y yo, le estoy dando la mía. Pero por favor, le
ruego no se meta en camisa de once varas. Fácil es criticar, criticar en temas
que no controlamos (usted me dirá si ha estudiado física del aire o alguna
carrera relacionada con la meteorología, si es así, retiro todo lo mencionado
anteriormente y ruego acepte mis disculpas) pero difícil es decir la verdad.
Cualquier cosa sirve en un artículo de opinión para crear morbo, debate, resaltando y criticando
lo que hacen muchas personas día a día sin tener argumentos sólidos (un mapa
del tiempo).
Pensé que la crítica estaba ya terminada, pero no
fue así. Ayer mismo leí su nuevo artículo sobre las granizadas en Binéfar. Yo
no puedo corregirle, usted sabe mucho más que yo en la materia, pero no se
puede comenzar nunca a escribir un artículo contando una mentira. El artículo
puede ser más o menos neutro, o balancearse hacia los lados, pero nunca puede
mentir. Esto me hace pensar, que usted no se percató de los avisos amarillos y
naranjas que la Agencia Estatal de Meteorología tenía activados para las
comunidades del Norte peninsular (como alto Ebro, Cantábrico oriental y todas
las comunidades situadas en Pirineos) donde se esperaban fuertes aguaceros y
tormentas, que vendrían acompañados de granizo y aparato eléctrico. Se esperaba
que el riesgo fuera alto durante unas ciertas horas, muy acertadas por cierto.
Todo ello se enfrenta a sus palabras, faltas de
argumentos sólidos:
" Se habría podido pronosticar
granizadas y alertado a la población, como antiguamente hacían las campanas de
las parroquias, a toque de tentenublo"
"Los hombres del tiempo no han sabido
pronosticar la bíblica granizada que el sábado anegó Binéfar en un manto de
hielo (...)"
Llegado a este punto, me pregunto: ¿usted vio la
previsión del tiempo?¿vio los avisos que estaban activados por tormentas y
granizadas?. Indudablemente, según lo que ha redactado, puedo asegurarle que no
lo miró. Sólo se dedica a criticar, en mi opinión, sin tener plenos
conocimientos sobre lo que escribe o sin echar un vistazo antes a los avisos de
la AEMET (al menos en esta materia utilizada en algunos de sus
artículos).
Con esta "carta de opinión", me gustaría
pedirle que valore a los meteorólogos como se merecen y que no diga cosas que
puedan llevar a la confusión o al error. No compare ciencias muy distintas,
aunque aparentemente a usted le parezcan similares (como la meteorología y la
política). Sepa que tiene personas que leen lo que usted escribe y se merecen
un artículo de opinión sensato, donde la realidad (con cierto punto subjetivo)
dominen sus artículos, y no sean los "burdos errores" ni la
ignorancia quienes dominen dichos escritos.
Antes de concluir me gustaría que se informara en
estos temas antes de escribirlos, y que si los escribe, al menos haya tenido en
cuenta las previsiones meteorológicas.
Gracias por atenderme.
Un cordial saludo.
Carlos Velasco