jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Somos conscientes de lo que realmente significan los avisos?

En repetidas ocasiones oímos en los medios de comunicación que nos encontramos en aviso. Estos avisos, referidos al ámbito meteorológico suponen un riesgo asociado hacia las personas y bienes materiales. Un aviso meteorológico es una advertencia a la población, ya que se han pronosticado una serie de condiciones atmosféricas adversas que pueden afectar al transcurso normal de la rutina de las personas.
La utilización en numerosas ocasiones (y no siempre correctas) de la palabra aviso en los medios de comunicación, acaban produciendo que el significado real de esta palabra, quede hundida bajo una cantidad enorme de adjetivos y frases, en ocasiones muy exagerados, con el propósito de crear mayor morbo, describiendo la situación: "ingente cantidad de agua la que ha caído hoy...","huracanadas rachas de viento...","muchísimo frío para estar en Diciembre...". Todo este conjunto de frases que al oído suenan impactantes, provocan que el espectador deje de ser consciente de la importancia de la palabra aviso.
Cuando escuchamos que nos encontramos en "aviso amarillo" por algún tipo de fenómeno meteorológico, no hay que tomarse esta frase a la "ligera". En estos casos, se han previsto fenómenos relativamente usuales y en el caso de que se realicen actividades expuestas a este riesgo, se deben tomar precauciones y estar atentos a la evolución de la situación.
Cuando el aviso torna a naranja, la situación meteorológica, se vuelve más peligrosa. Se han previsto fenómenos que son algo más inusuales, y que suponen un riesgo mayor hacia los bienes materiales y personales, que pueden verse afectados. Es aquí donde la vulnerabilidad (propenso a sufrir un determinado riesgo) de ambos es mayor.
Y si estamos hablando de aviso rojo, ya podemos extremar las precauciones. Los fenómenos previstos son excepcionalmente intensos. El riesgo de sufrir grandes daños (tanto materiales como personales) es muy alto y en ocasiones se deben tomar medidas extraordinarias.
Pese a insistir una y otra vez en que nos encontramos bajo alguno de estos avisos, y que corremos un riesgo significativo, gran parte de la sociedad, al no estar bien mentalizada (en mi opinión), continúa realizando las actividades cotidianas sin tener en cuenta nada de lo comunicado anteriormente. Se cruzan torrentes los días de intensas lluvias, se camina tranquilamente los días de fuertes vientos, sale a pasear las horas de mayor insolación, se navega los días de fuerte oleaje...y así una lista de actividades de nuestro día a día que no modificamos por nada del mundo, ni por un aparente "simple aviso". La consecuencia directa, en muchas ocasiones al ignorar estos avisos, es, desgraciadamente, las pérdidas humanas.
Al parecer la palabra aviso, se ha colado en nuestro vocabulario, pero ha perdido todo su significado. Se pueden oír conversaciones como: "si, lleva toda la mañana lloviendo, hoy estamos en aviso amarillo por lluvias..." y ya está. ¿Queda "guay" decir ese tipo de palabras sin saber realmente que son?, ¿sin ser conscientes de lo que está ocurriendo o pueda ocurrir a nuestro alrededor?.
He aquí un ejemplo de la inconsciencia de alguna personas:
Y ahora nos preguntamos, ¿cuál es el problema?¿por qué somos tan inconscientes?.
La respuesta es difícil de encontrar, pues muchos factores están fallando para que se nos ocurra cruzar un torrente de agua que baja por una calle después de intensas precipitaciones y que además nos encontremos en aviso por intensas lluvias.
Como bien comentó Jonathan Gómez Cantero, geógrafo y climatólogo, durante su charla sobre Riesgos ambientales y su gestión en un mundo globalizado en el CONAMA (Congreso Nacional de Medio Ambiente), es importante la educación de las personas, ya desde pequeñas, para que desarrollen una mentalidad diferente que les permita actuar correctamente en este tipo de situaciones. 
El sentido común en estas ocasiones se vuelve nuestra mejor herramienta, siempre pensando dos o tres veces antes de llevar a cabo una acción.
¿Está fallando también la forma de comunicarlo?, ¿son las actuaciones de la población ante determinados riesgos reflejo de la información que se da en los medios de comunicación?, ¿qué hay que cambiar?.

Recientemente ha nacido ACOMET. Esta Asociación de Comunicadores de Meteorología pretende, desde la mano de los profesionales, mejorar la información, así como la divulgación meteorológica que se ofrece en los medios de comunicación. Así, se pretende que la información se clara, precisa, concisa y sencilla, de tal modo que pueda ser entendida y asimilada por todo el mundo.
 En la imagen (de izq. a dcha. Jacob Petrus, Mònica López, Ángel Rivera, director, José Miguel Viñas).
Foto de Jesús Pozo.
Esperemos que sea el comienzo de un cambio en la forma de comunicar y que se consiga acercar al ciudadano mucho más de lo que actualmente está, evitando así, cualquier tipo de desastre.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El invierno asoma la nariz

Estas últimas jornadas, los modelos meteorológicos (como en GFS, modelo americano o el ECMWF, modelo europeo) que se utilizan para seguir la evolución de la atmósfera, y que son la "materia prima" a partir de la cual se elaboran las previsiones que vemos en internet, en la tele..., marcan una irrupción de aire muy frío en la península. Esto es, en palabras más coloquiales, la entrada de una masa de aire frío que haría desplomar las temperaturas, tanto máximas como mínimas, en todo el país, registrándose valores por debajo de la media (lo que acostumbra a ser).
Observando el modelo GFS, vemos la situación de estos días. Observamos que en latitudes superiores a la de España, los colores verdosos, azules y morados dominan con claridad. De hecho, estas zonas cercanas al Polo, incluyendo a este último, se caracterizan por estar, la mayor parte del año, bajo la influencia de estos colores azulados y morados. La T simboliza en el mapa a las borrascas (inestabilidad) y la H a los anticiclones (estabilidad atmosférica).

Lo que observamos durante las próximas jornadas, es como, una masa de aire cálido, asociada a un anticiclón situado en el Atlántico, "empuja" el aire frío que se encuentra en su rumbo al Polo, provocando, por tanto, una intrusión de aire cálido en zonas cercanas éste. Cálido, no significa caliente, sino superior en temperatura a lo existente en un principio.

El ascenso de las altas presiones y de aire cálido (anticiclón, H) hacia latitudes superiores, que suelen verse normalmente afectadas por masas de aire muy frías, provoca una situación de bloqueo. Esto es, que las borrascas (T) y el aire frío asociado, se ven obligados a descender de latitud, ya que hay una zona de altas presiones (H) y aire más cálido que está dificultando su circulación.
Esta lengua de aire más cálido que asciende desde latitudes inferiores, provoca que las masas de aire frío, desciendan de latitud, trayendo consigo, un descenso más que notable de las temperaturas. Como se puede apreciar, España ha pasado de encontrarse con temperaturas habituales, a temperaturas realmente bajas (colores verdosos, incluso azulados) que descienden desde el Norte de Europa.
Debido a que la masa de aire frío (colores verdosos y azulados) procede del continente europeo, por lo que contiene poca humedad, ya que no procede del Atlántico (mayor humedad en ese caso). Esto se traduce en una descenso muy notable de las temperaturas, tanto las máximas como las mínimas, pero escasas precipitaciones en general. 
De todos modos, es una situación que hay que seguir de cerca, ya que suele variar. Las actualizaciones, como siempre, todos los días, en mi Twitter.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿Tan sólo 5ºC?. Pensé que bajo cero.

¿Cuántos días de frío hemos andado por la calle con viento, helados, hemos visto en un termómetro que marcaba "sólo" 7ºC y en seguida hemos pensado: "si hombre, 7ºC, ¡já! aquí hace mucho más frío". Si el termómetro callejero anda bien, cosa que no siempre pasa, ya que se enfrían con facilidad en invierno y se calientan con mucha facilidad en verano, debido principalmente a los materiales que lo forman y a su colocación, podría tener razón.

Antes de nada, tenemos que tener en cuenta algunos factores, y es que el frío, no es más que la ausencia de calor y que el viento condiciona lo que realmente sentimos.
Un día frío con mucho viento, puede reducir la temperatura que sentimos de manera muy significativa. En cambio, otro día, con frío, pero sin viento, no tenemos la misma sensación, ya que mayor parte de las ocasiones en las que hablamos de un día "desapacible" refiriéndonos al frío, son principalmente por causadas el viento, que agudiza la sensación ya de por sí fría. La sensación térmica, es la temperatura que sentimos las personas, no la real. Podemos observar como un termómetro en invierno no baja de los 5ºC, y el viento produce que lo que nosotros percibamos sean temperaturas rozando los 0ºC o incluso por debajo.

¿Y entonces, por qué sentimos más frío cuando sopla el viento?.
Hablamos de cosas pequeñas, muy pequeñas: Las moléculas. Las moléculas que rodean nuestro cuerpo, que están pegadas a la superficie de nuestra piel están recibiendo el calor de éste, por tanto ellas se calientan, creando una película de partículas más calientes alrededor de la superficie de nuestro cuerpo. Como ejemplo, podríamos utilizar el que ocurre en verano cuando nos metemos en una piscina. Si el agua está muy fría puedes nadar, o en su defecto, te quedas parado, sin mover absolutamente nada, y notas como el agua, por momentos "ya no está tan fría". Esto último, se debe a que el calor que expulsa tu cuerpo ha calentado las partículas de agua que te rodean, que están pegando con la superficie de tu cuerpo, entonces la sensación de frío, es menor, ya que los receptores sensoriales (térmicos en este caso), se encuentran en la superficie de la piel.

Pues bien, esta situación en la que el viento no sopla y sentimos menos frío, se rompe, cuando comienza a soplar el viento. Es entonces cuando se mueven las moléculas que se encuentran en la superficie de nuestro cuerpo, e impide que se calienten. Al perder esta "película" de moléculas calientes, la temperatura de la superficie de nuestro cuerpo, desciende, ya que queda expuesta a las moléculas frías que componen el aire. En el ejemplo anterior, se asimilaría a cuando, después de estar un rato completamente parados en un agua muy fría, nos movemos, y sentimos "corrientes" de agua "heladas". Y es que nos hemos movido, y con el movimiento, se han movido también las partículas que habíamos calentado, quedando expuestas a las frías que forman el agua

Aquí tenéis una tabla en la que se puede comparar la temperatura real, sumada al viento y la sensación de frío que se obtiene debido a la combinación de ambos:

sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Entendemos al hombre del tiempo?

Ocupan un lugar importante en nuestras televisiones. A la hora del desayuno, a mediodía, después de comer y después de la cena, entran en nuestras casas para ponernos al día e informarnos de los eventos meteorológicos que se están dando y que se darán durante los próximos días, siempre con el propósito de que vayamos prevenidos ante cualquier condición meteorológica.
El príncipe Carlos con una de sus aficiones, presentando el tiempo en la televisión inglesa.
No es la primera vez que mandamos callar en casa para oir el tiempo en la televisión y no nos enteramos bien de lo que dice sobre nuestra ciudad, o directamente, con ver unas gotas en el mapa, deducimos que el día estará pasado por agua.
Es en estas ocasiones cuando, intentando interpretar lo que dicen, nos confundimos y damos un significado diferente a sus palabras, ya que en los matices se basan situaciones completamente diferentes.
Supongamos que estamos viendo la tele, y oímos: "Mañana esperamos un día variable, con posibilidad de chubascos en cualquier punto, más probables en la Sierra". De esta frase podemos analizar distintas informaciones. Para empezar, los chubascos son posibles (es decir, se pueden dar, que no nos extrañe si se dan), pero son también más probables en zonas de Sierra (es decir, dentro de la posibilidad de que se den estos chubascos, tendrá un mayor riesgo de que se produzcan en las zonas de Sierra).
Lo que también tenemos que tener en cuenta, es que el día será variable. Variable no significa que el día esté pasado por agua al ver este símbolo:
Este símbolo, representa ambiente variable, cambiante. En días como estos, podemos ver nubes, claros, incluso el sol, todo ello acompañado por momentos en los que llueve un rato, luego cesan las lluvias, vuelven a producirse...Los chubascos, chaparrones o aguaceros son precipitaciones localizadas (afectan a una zona determinada), puntuales (se producen en un período determinado de tiempo, normalmente breve, no durante todo el día), y pueden ser débiles o intensas.

En cambio, podemos oír también esto, frase muy diferente a la anterior: "Y conforme avance la jornada, las nubes irán ganando terreno y llegarán lluvias, homogéneas y bien repartidas por la región". Esta frase nos da a entender que las lluvias irán cogiendo protagonismo durante la tarde y acabarán por llegar a todos o a casi todos los puntos de la región. He mencionado la palabra lluvia, no chubasco, ya que la lluvia es una precipitación más constante, generalizada, homogénea y bien repartida. Afecta a grandes extensiones de territorio y lo hace además en un largo período de tiempo.
Un día lluvioso, viene representado por estos símbolos, dependiendo de la intensidad, ya que podemos tener lluvias débiles y "chispeos" durante el día, o bien lluvias de carácter algo más intenso:
Lluvia débil.
Lluvia moderada/intensa.
Si se mencionan cambios en las temperaturas, hay que tener en cuenta de cómo lo dicen. Si se oye: "Descenso ligero de las temperaturas", puede interpretarse como un descenso de las temperaturas poco significativo, de 1ºC a 2ºC/3ºC más bajas de que las que se tienen por entonces. La cosa cambia si se oye: "descenso moderado", en esta situación ya hablaríamos de temperaturas de entre 3ºC y 5ºC más bajas a las que se tiene. El: "descenso brusco" se interpreta como una caída de las temperaturas más que notable. Aquí estaríamos hablando de temperaturas que bajarían más de 6ºC de las que se tienen entonces.

domingo, 7 de octubre de 2012

¿Contaminan las tormentas?

Siempre oímos hablar de la contaminación que procede de los vehículos, de las fábricas etc... pero no sólo tiene su origen ahí, y es que una parte de todos los contaminantes que se encuentran en la atmósfera tiene su origen en fenómenos naturales.

La contaminación atmosférica es una condición de ésta en la que ciertas sustancias alcanzan concentraciones superiores a lo considerado "normal", de modo que producen riesgo, daños o molestias a las personas o ecosistemas.
Los contaminantes atmosféricos pueden ser antrópicos (generados por las actividades de las personas) o bien naturales (generados por fenómenos que ocurren en la naturaleza).
En este artículo, nos centraremos en este segundo caso. Este origen natural de los contaminantes, como  el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx), el dióxido de azufre (SO2), los hidrocarburos (CxHy), puede deberse a bacterias, volcanes, incendios forestales, aguas estancadas...o a las tormentas.
La ciudad de Madrid uno de los días de anticiclón (tapadera) que impide que renueve el aire, mientras que los contaminantes, debido a la acción de los rayos del sol, reaccionan, formando nuevos contaminantes.
En el caso de las tormentas, los contaminantes que se forman se consideran secundarios (al igual que ocurre con la boina de contaminación, donde reaccionan primarios para formar secundarios). Esto significa que se producen como consecuencia de las transformaciones que experimentan los contaminantes primarios (proceden directamente de la fuente emisora) en la atmósfera (mediante procesos químicos y fotoquímicos).


Durante una tormenta, se forma, debido a las descargas eléctricas, óxidos de nitrógeno (NOx). Es decir, durante las tormentas, el aire se contamina.
Las moléculas de nitrógeno (N2) que se encuentran en la atmósfera, son difícilmente oxidables. Esto significa que las moléculas están formadas por enlaces triples N-N que son difíciles de romper. Para poder romper estos enlaces, a excepción de las bacterias, se utiliza el calor. Romper los enlaces N-N se lleva a cabo bajo condiciones extremas, como las tormentas.


Las tormentas, son la mayor fuente de producción de este contaminante atmosférico. Los rayos que se producen durante éstas, debido a la diferencia de potencial entre la base de la nube y la tierra, calientan en un breve espacio de tiempo y con temperaturas de hasta 30.000ºC zonas del aire que contienen, en parte, moléculas de N2 (nitrógeno), rompiendo con gran facilidad sus enlaces y transformando, lo que en un principio era N2, en óxidos de nitrógeno.

Cuando el rayo calienta el aire ocurre esta reacción:

N2+02--->2NO (Proceso que requiere temperaturas de 1.300ºC a 3.000ºC)



Una vez que se ha obtenido el producto, vuelve a reaccionar con el oxígeno atmosférico, formando el contaminante:

2NO+O2---> 2NO2


Con este pequeño artículo, pretendo dar a conocer que no sólo somos nosotros los que contaminamos. Hay fenómenos de la naturaleza como un volcán o una simple tormenta, que también contribuyen a contaminar nuestro aire.

sábado, 6 de octubre de 2012

Contrails y Chemtrails, ¿realidad o ficción?

En esta entrada, nos introducimos un poco más en conceptos relacionados con la atmósfera (o no).
Los observamos con frecuencia en nuestros cielos y provienen de los aviones. Estoy hablando de los Contrails o estelas de condensación. 
Estelas de condensación de un avión. La distancia entre los reactores y la estela se debe a  la interacción del agua a mayor temperatura que el aire que la rodea en la atmósfera.
A la altura a la que vuelan los aviones, la temperatura desciende hasta llegar a los -60ºC (el gradiente de temperatura es de 6,5ºC por 1.000m de altura = la temperatura baja 1ºC por cada, aproximadamente, 154m que ascendamos). 
Temperaturas realmente frías que provocan la rápida condensación del agua nada más ser expulsada por los reactores de los aviones. 
Cuando el aire húmedo se satura y se condensa, podemos observar una "estela" que sale de cada uno de los reactores conforme avanza el avión. Se tienen que dar unas condiciones atmosféricas específicas para que se formen estas estelas, entre ellas, un alto nivel de humedad en las capas altas de la atmósfera. Es por ello, por lo que no todos los días, pese al paso de cientos de aviones sobre nuestras cabezas, veamos dichas estelas.

La duración, la extensión y la densidad de estas estelas dependen básicamente de la humedad, las turbulencias y los vientos que soplen a la altura a la que vuele el avión. En el caso de que estas estelas permanezcan más tiempo en el cielo significará que hay un alto grado de humedad, en cambio, si desaparecen con cierta facilidad nada más ser expulsadas, la humedad será más baja. Como las condiciones (humedad, turbulencia, vientos) cambian conforme ascienda o descienda el avión, podemos encontrarnos con una estela que se corta de repente, o que aparece como si tal cosa...
Así lo explica la NOAA:

"Ocasionalmente un avión de reacción, especialmente si está ascendiendo o descendiendo, pasará a través de una capa mucho más seca o más húmeda de la atmósfera lo que puede producir el patrón de estela rota observada, apareciendo esta de forma segmentada en vez de continua."

Así de fácil. Ni más ni menos. Física pura. 

Pero siempre se tiende a buscar un "más allá" (lo haya o no) en este tipo de temas. Aparece la teoría de los Chemtrails (estelas químicas) para intentar explicar, de otra forma alejada de la ciencia, la "misteriosa" aparición de estas estelas que desprenden los aviones.


Esta teoría se basa principalmente en observaciones de estas estelas, afirmando que están formadas no por vapor de agua, sino por productos químicos o similares (fumigación, sustancias contaminantes), con el fin de causar algún daño a la población o al medio ambiente, entre los que se encontrarían la causa de las sequías, inundaciones repentinas, guerras biológico-químicas, propagación de enfermedades... 
Las formas que adquieren las estelas, la densidad o la duración en el cielo son algunas de las bases de esta teoría.
Según quienes la defienden (yo no me considero entre ellos), afirman que estos Chemtrails son más densos, más persistentes y que se extienden con mayor facilidad en el cielo. Además se caracterizan por su aparición o desaparición en el cielo, cambio misterioso del rumbo del avión (fumigando una determinada zona...).


Personalmente creo, que nadie nos está fumigando, ni tiene esos objetivos en su cabeza como provocar una sequía en nuestro país, ni provocar la expansión de enfermedades derivadas de esos "contaminantes" que expulsan los aviones. La física lo explica con pruebas que pueden ser demostradas, punto importante que no tienen los observadores de esos eventos.

Si una zona en el mundo, ya sea la Península Ibérica o EEUU, se encuentra en un período de sequía, será porque no llueve, ya que quizá nos encontraremos con un dominio claramente anticiclónico que impida la llegada de lluvias, pero no porque hayan "fumigado" la atmósfera para que no llueva. 

Imagen de Satélite de EEUU, donde se aprecia las estelas de los aviones.
No comparto esta teoría, ya que con esa regla de tres, podríamos culpar a "alguien" de una nevada en el centro de Madrid que ha dejado más de 5cm de espesor. Culpamos a alguien por haberlo provocado, pero no tenemos en cuenta las condiciones atmosféricas, ¿verdad?. Quizá cambiemos de opinión al saber que en el momento de la nevada, la temperatura era de -5ºC y que coincidió con la llegada de precipitaciones asociadas a una borrasca. 
Si no llueve, será que tenemos altas presiones (tiempo estable y soleado), no que alguien haya fumigado para que no sólo desaparezcan las nubes sino también la borrasca a la que venían asociadas...

El arcoiris aparece cuando la luz del sol incide sobre las gotas de agua de las nubes (debido también a la estructura de las gotas de agua). Esto es una estela de un avión:




Hoy estoy mirando por la ventana y los claros se mezclan con algunas nubes altas y medias (inofensivas y poco compactas), pero no veo ninguna estela. ¿Se ponen de acuerdo para fumigarnos un día si y otro no?¿No está pasando ningún avión encima de la capital de España en estos mismos momentos?. ¡Qué raro!. ¿Qué respuestas y argumentos sobre los que basarse, daría a estos casos una persona que apoya esta teoría?.



Os dejo un enlace de la NASA (está en english), donde desmonta cada cada una de las hipótesis de esta teoría:


Pues bien, a partir de aquí, que cada uno piense y reflexione. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Diario de un aficionado

Te levantas por la mañana y miras el cielo. Sabiendo o no las previsiones, siempre alegra ver algunas nubes que decoran el cielos por la mañana. Alguna rojiza, amarillenta o anaranjada. Algo.
Si cuando te levantas y abres la ventana, no ves ninguna, lo primero que se te viene a la cabeza es:
"Puñetero Anticiclón".

La afición consiste en irse acostumbrando al Anticiclón cuando lo hay, y no perder nunca la esperanza de que algún día lloverá, mirando los modelos, siempre tan generosos en lluvias en cuanto a largo plazo se refiere y tan rácanos cuando de verdad se cumple.

Te sientas en frente del ordenador, y si no estás en casa, ningún lugar es malo para ver con el móvil la última actualización de los modelos, ya que cuando pronostican tiempo más revuelto, es cuando más te interesa. Aquí pueden ocurrir varias cosas. La primera de ellas es que lo mires para un corto-medio plazo y sea bueno en cuanto a lluvias. Entonces te alegras, porque aunque varíen, lo suelen hacer ligeramente, y por tanto, si se ha pronosticado lluvia, lo más probable es que en más o menos cantidad las tengas. La segunda es algo más seria, y es que por mucho que mires, los modelos no ven ni gota de agua. Han cambiado de un día para otro y se van confirmando en sus nuevas salidas. A mi personalmente, es lo que peor me sienta. Supongamos que estaba prevista una próxima semana llena de lluvias asociadas a una Borrasca, pero como los modelos te la sitúan más al Oeste, te quedas sin gota.
Estos bandazos en los modelos se suelen producir en épocas con tiempo revuelto, cambiante, como son el otoño y la primavera. Durante el invierno y el verano, los modelos, por lo general, son mucho más "estables" en sus previsiones.

Si al mirar los modelos, estos insisten en tiempo anticiclónico (y más conociendo a "nuestro" Anticiclón), hay ocasiones muy claras en las que te puedes olvidar de ver movimiento en la atmósfera. Semanas de sol y más sol a las que no ves fin.

Aunque mucha gente prefiera el sol y el ambiente estable, queda decir que para los aficionados como yo, ese tiempo es el más monótono y aburrido. Día tras día ves meteogramas planos, ni un pico de inestabilidad, soles por todos los lados, ni un frente barriendo la península...nada. Por eso, yo suelo aprovechar esos días en los que no hay lluvias a la vista en descansar un poco. Entonces, desconecto completamente e intento disfrutar de ese tiempo (algo de partido habrá que sacarle).

Esta afición también tiene su "aquel". Coincidiendo con las vacaciones de verano, que es cuando uno más tiempo libre tiene, dedicarse a mirar modelos, a veces es perder el tiempo. Semanas de sol y de tiempo caluroso se imponen en todos los modelos. En otras ocasiones, no es una pérdida de tiempo, ya que un cambio repentino en los modelos, puede llevar consigo una tarde de tormentas y chaparrones. 

Cuando comienza el curso universitario, trabajos, laboratorios y estudios en general, coincide con el otoño, invierno y primavera. Épocas del año que, desde la vista de un aficionado a la meteorología, son las más "movidas" e interesantes. Tormentas de otoño, temporales en invierno, nevadas intensas, cotas de nieve rozando Madrid, encontrarse la capital blanca (o no debido a pequeños factores), lluvias, y chaparrones de primavera... Hay que saber siempre anteponer tus estudios o tu trabajo a una afición como esta, por mucho que no guste.

Siempre está el día en el que tienes movimiento (está lloviendo, hay chubascos o tormentas) y tus amigos cancelan sus planes para esa tarde. Tú insistes en quedar, aunque diluvie, con tal de sentir el aguacero encima tuyo, utilizar el paraguas o ver como la ciudad o el pueblo se encharca. Si finalmente se queda, y como tus amigos te conocen por tu afición al tiempo, siempre hay alguna referencia a la situación: "¿Cuándo crees que va a parar?", "¿qué se espera esta noche?"... Pero no sólo ellos hablan del tiempo, sino a veces tú mismo: "Mira esa nube con forma de coliflor, es un cúmulo, si viene, quizá deje lluvia...esa fina de allí, no deja lluvia, es un cirro..." Y así tus amigos aprenden un poco sobre meteorología que luego en futuras ocasiones sacarán a la luz diciéndote cosas como: "Mira, esa nube que me enseñaste el otro día. Es un estrato...no! no! un...jobar, esas nubes altas finas y rotas..." Les acabas ayudando diciendo: "Un cirro..." - Eso! Eso!- .
A veces son ellos mismos quienes lo saben. Si de verdad te prestan atención cuando se lo dices, se les queda. Porque a veces, la catarata de información sobre el tiempo que sueltas es tan grande que claro, cualquiera te sigue el ritmo...

Estas y muchísimas más cosas componen el mundillo de la meteorología. Los aficionados y en muchos casos, reporteros y fotógrafos incondicionales repartidos por toda la geografía de nuestro país, disfrutamos con esta ciencia casi como un niño pequeño. Seguimos modelos, hablamos sobre sus actualizaciones, sus futuras salidas, reunimos datos, compartimos fotos... Con esto puedes saber en ese mismo instante si en Badajoz acaba de caer un chaparrón, si en Bilbao tienen nubes bajas, si en Barcelona andan con tormentas, si en Valencia tienen nubes altas o si en Sevilla luce el sol.

Estupenda es esta afición y estupenda es la gente quién la compone. Gracias!!







miércoles, 5 de septiembre de 2012

El verdadero daño de los incendios

Este verano en España, pocos han sido los que no han escuchado un helicóptero, un hidroavión o un camión de bomberos cerca suyo.
Todos los veranos se producen incendios a los que no nos acabamos de acostumbrar, pero que, acaban siendo el mínimo común múltiplo del verano español.
Desde el Satélite se podía observar los graves incendios de Valencia. El humo, hacia el NE recorriendo distancias kilométricas.
Desgraciadamente, este verano ha sido en el que se han dado las peores condiciones para su activación y posterior expansión (más de 165.000 hectáreas calcinadas). A un invierno con poca nieve, le siguió una primavera con pocas lluvias, que definitivamente abandonaron nuestro país a mediados de la estación. Estos precedentes se suman a las condiciones meteorológicas de este verano. Un verano extremadamente seco en cuanto a lluvias, con altas temperaturas (olas de calor...) y humedades relativamente bajas, han hecho explotar este barril del pólvora.
Sólo el 5% de todos los incendios este año ha sido por causas naturales. El otro 95% tiene su origen en el hombre. 
Cuando oímos en los medios "provocado" quieren decir que tiene su origen en el hombre, pero puede ser intencionado (como lanzar una lata con líquido inflamable en el incendio de Robledo de Chavela) o no (fruto de un accidente).
Se pueden observar tres focos simultáneos (señal inconfundible de la intencionalidad es el incendio de Robledo de Chavela)
Sea como sea, se quema bosque y se quema vida. Muy lejos del impacto paisajístico que tiene un incendio sobre un monte verde lleno de pinos, hay una enorme variedad de seres vivos que forman ese ecosistema. Musgos, líquenes, bacterias, hongos que aunque, a simple vista no parezcan importantes, son la base de todo un bosque. Ecosistemas delicados en los que un árbol, que se alimenta de las sustancias y nutrientes del suelo, ofrece comida a una ardilla, y esta sirve de alimento a un buitre leonado, por poner un ejemplo. En menos 10 minutos, todo este ciclo puede quedar carbonizado.
El fuego bajo, el que se arrastra por el suelo, supone una gran amenaza para la naturaleza. Calcina todo lo que queda a su paso, destrozando por completo la capa con más nutrientes del suelo (humus, sales minerales...) en la que viven y de la que dependen una multitud de organismos.
Si el fuego arrasa árboles y arbustos, éste queda totalmente desprotegido, ya que no dispone de la sujeción que ofrecen las raíces. Es entonces cuando los agentes externos (lluvia, nieve, viento...) comienzan a erosionar el terreno. La capa superficial de nutrientes que existía antes, desaparece, es arrastrada por la escorrentía (agua superficial que discurre cuando llueve), quedando un suelo estéril, y por tanto, sin nutrientes para el crecimiento de futuras generaciones.
Todos los seres vivos capaces de desplazarse (aves, mamíferos, anfibios...) se alejan forzosamente de su ecosistema hacia otros lugares donde puede que no encuentren las condiciones favorables de supervivencia y acaben muriendo.
El agua de lluvia que discurre por la superficie (escorrentía) arrastra gran cantidad de materia orgánica y nutrientes debido a que no encuentra resistencia (raíces).

En un incendio de un día, se tarda un gran período de tiempo en recuperar todo el patrimonio natural quemado y más en alcanzar el mismo nivel de desarrollo que tenía antes de producirse el incendio.

Llegados a este punto, a uno le hacen plantearse si es necesario concienciar a la gente, ya desde pequeña, para que sea mucho más cuidadosa con el medio ambiente y con la naturaleza, ya que es lo que tenemos y de lo que vivimos. También uno piensa sobre el endurecimiento de las penas dirigidas a aquellas personas que lo han provocado intencionadamente.

Termino con una frase que siempre llamó mi atención:

"Hace muchos años, una ardilla podía recorrer España de Norte a Sur sin pisar el suelo."



lunes, 28 de mayo de 2012

Crítica a una crítica

El otro día llegó a mis ojos un artículo bastante "diferente" al resto. Juan Bolea, escritor de El Periódico de Aragón, publicó un artículo relacionado con el tiempo, con los hombres y las mujeres del tiempo que dedican gran parte de su tiempo al estudio y a la compresión de esta ciencia poco exacta.
Esta entrada, va dirigida a este hombre, quien comentó una serie de aspectos bastante erróneos acerca de esta ciencia.
No es la primera vez que leo algo como esto de su parte. En Semana Santa, la exageración acerca de los errores cometidos por los meteorólogos (personalmente no vi ningún error en las previsiones, pero si en su escrito) inundó su injustificado artículo.
Os dejo a continuación dos enlaces donde podéis leer sus artículos. El primero de ellos fue en Semana Santa de este año (yo recomiendo leerlo, porque barbaridades hay muchas), el segundo lo escribió tras una granizada en una localidad de Aragón este mes de Mayo, localidad que ya estaba avisada por fuertes granizadas (cosa que el autor pasa por alto en su artículo).



Pues bien, aquí está mi respuesta, enviada al escritor:

Estimado Juan Bolea:

De antemano, me gustaría comunicarle que no soy periodista, ni meteorólogo, ni un joven con los estudios terminados. Soy estudiante universitario, nada más.
Tengo 19 años y aunque no entienda totalmente las reglas que rigen el tiempo y lo que ocurre día a día sobre nuestras cabezas, permítame decirle, que, personalmente, creo que las controlo mejor que usted.
Seguramente lo pensará, y si no lo sabe, se lo confirmo, que soy uno de "esos personajes" que tiene cierta afición por una ciencia que usted llama, y cito textualmente: " no es ciencia exacta, lo que quiere decir que se equivocan con frecuencia". Yo no le escribo esta carta con el propósito de negarle que la meteorología es una ciencia exacta, ni mucho menos, pero mucho más avanzada de lo que usted cree.
Leí su artículo de Semana Santa, donde usted escribe, y cito textualmente, no voy a inventarme nada:

 "Los meteorólogos anunciaron con antelación una Semana Santa en el Mediterráneo pasada por agua y con bajas temperaturas, lo que provocó numerosas cancelaciones de reservas hoteleras, con las consiguientes pérdidas económicas (...)"

Le ruego, por favor, cuide su "vocabulario meteorológico" para no dar realidades distintas a sus lectores. Una Semana Santa "pasada por agua" no es lo mismo que "una Semana Santa con tiempo variable". Sepa usted, si no lo sabe, que ambas frases son distintas. Si lee su artículo de nuevo, parece que la Semana Santa se pronosticaba "muy lluviosa" según usted, y permítame que le corrija, que no estaba pronosticada así. Hay ciertos matices que distorsionan la realidad. Se esperaban chaparrones (tiempo variable) y así fue, los mapas de esta pasada Semana Santa hablan por si solos. 
Yo me encontraba en Alicante durante mis vacaciones y oiga, tuve que sacar el paraguas, varias veces, debido a los chaparrones que se produjeron como estaba previsto. Y, no se usted donde estuvo en sus vacaciones, pero  nadie que conozca me  pudo confirmar:

 " Y, sin embargo, en los pasados días festivos lució un brillante sol"

Si me permite decirle, se observa un rechazo y crítica por su parte a las previsiones meteorológicas, y una crítica injustificada, por tanto, al trabajo que desarrollan personas para que el tiempo esté siempre en nuestro día a día. Como ya le he dicho anteriormente, la meteorología no es una ciencia exacta, como tampoco lo es su artículo, permítame decirle. Me llevé una decepción cuando lo leí y no dejaba de criticar, perdone, satirizar a personas que intentan que esta ciencia sea de lo más exacta y que esté al alcance de todos, utilizando un vocabulario adecuado, claro sencillo y conciso, de tal forma que lo entiendan todos los televidentes (lo que usted llama "morbo", cuando es precisión y aclaración: "encuentran un morboso placer en señalar con gruesos punteros y adjetivos las nieblas, los chubascos (...)"). 

Veo que usted, si es que alguna vez lo ha visto, el espacio del tiempo le parece un malgasto de tiempo, nunca mejor dicho, en horas de máxima audiencia, escuchando a personas que no dejan de "decorar" fenómenos meteorológicos con el fin de que los televidentes se queden en casa. Esta misma comparación que hace usted, si me permite, se puede hacer con su artículo. Un artículo lleno de "burdos errores" a la hora de hablar sobre meteorología, utilizando términos y expresiones erróneos, que muchos lectores, sobretodo los más inocentes, se habrán creído (o no) al leer su artículo. Pues mire, para muestra un botón. Tiene usted un comentario en su artículo sobre "El turismo contra el hombre del tiempo" un comentario, que seguramente haya leído, en el cual, un miembro del periódico comenta que las previsiones acertaron, cosa que usted niega rotundamente.

Menciona también que ya no se toma en serio las previsiones del tiempo... si de verdad usted ha visto alguna y no le ha coincidido con el tiempo que en realidad hizo, por favor, dígamelo, que puede ocurrir, todas las previsiones no son perfectas, pero dígamelo cuando se equivocan, no cuando no lo hacen. Pero si usted no controla en la materia, por favor, no escriba artículos sobre esas ciencias, se equivoca usted y equivoca a la gente. 

Me gustaría saber si de verdad piensa que los hombres y mujeres del tiempo "engañan" a la gente para que no gaste y no salga de casa, para empeorar la economía del país. Si usted lo que quiere es sol todos los días, no se preocupe, usted mismo se engañará, pero luego, por favor, no escriba un artículo diciendo que iba a hacer sol y la realidad es que ha estado diluviando.

Complemente de acuerdo estoy con usted de que sus artículos estén publicados en el apartado de "opinión". De hecho usted nos ha dado su opinión, y yo, le estoy dando la mía. Pero por favor, le ruego no se meta en camisa de once varas. Fácil es criticar, criticar en temas que no controlamos (usted me dirá si ha estudiado física del aire o alguna carrera relacionada con la meteorología, si es así, retiro todo lo mencionado anteriormente y ruego acepte mis disculpas) pero difícil es decir la verdad. Cualquier cosa sirve en un artículo de opinión para crear morbo, debate, resaltando y criticando lo que hacen muchas personas día a día sin tener argumentos sólidos (un mapa del tiempo).

Pensé que la crítica estaba ya terminada, pero no fue así. Ayer mismo leí su nuevo artículo sobre las granizadas en Binéfar. Yo no puedo corregirle, usted sabe mucho más que yo en la materia, pero no se puede comenzar nunca a escribir un artículo contando una mentira. El artículo puede ser más o menos neutro, o balancearse hacia los lados, pero nunca puede mentir. Esto me hace pensar, que usted no se percató de los avisos amarillos y naranjas que la Agencia Estatal de Meteorología tenía activados para las comunidades del Norte peninsular (como alto Ebro, Cantábrico oriental y todas las comunidades situadas en Pirineos) donde se esperaban fuertes aguaceros y tormentas, que vendrían acompañados de granizo y aparato eléctrico. Se esperaba que el riesgo fuera alto durante unas ciertas horas, muy acertadas por cierto.
Todo ello se enfrenta a sus palabras, faltas de argumentos sólidos: 

" Se habría podido pronosticar granizadas y alertado a la población, como antiguamente hacían las campanas de las parroquias, a toque de tentenublo"

"Los hombres del tiempo no han sabido pronosticar la bíblica granizada que el sábado anegó Binéfar en un manto de hielo (...)"
Llegado a este punto, me pregunto: ¿usted vio la previsión del tiempo?¿vio los avisos que estaban activados por tormentas y granizadas?. Indudablemente, según lo que ha redactado, puedo asegurarle que no lo miró. Sólo se dedica a criticar, en mi opinión, sin tener plenos conocimientos sobre lo que escribe o sin echar un vistazo antes a los avisos de la AEMET (al menos en esta materia utilizada en algunos de sus artículos). 

Con esta "carta de opinión", me gustaría pedirle que valore a los meteorólogos como se merecen y que no diga cosas que puedan llevar a la confusión o al error. No compare ciencias muy distintas, aunque aparentemente a usted le parezcan similares (como la meteorología y la política). Sepa que tiene personas que leen lo que usted escribe y se merecen un artículo de opinión sensato, donde la realidad (con cierto punto subjetivo) dominen sus artículos, y no sean los "burdos errores" ni la ignorancia quienes dominen dichos escritos. 
Antes de concluir me gustaría que se informara en estos temas antes de escribirlos, y que si los escribe, al menos haya tenido en cuenta las previsiones meteorológicas.

Gracias por atenderme.
Un cordial saludo.
Carlos Velasco



miércoles, 28 de marzo de 2012

Ahora que viene Semana Santa, toca mojarse.


“Sigue sin llover en España”. La frase más oída de todo este invierno en los pueblos y ciudades españoles que siguen sin recibir gota de agua.
Después de estar esperando la llegada de lluvias a nuestro país, y tras la caída del Anticiclón de las Azores (escudo natural que impide el paso de Borrascas de procedencia atlántica a la península) por fin podemos hablar de la llegada de las primeras lluvias de la primavera. Estas lluvias son muy bien recibidas por el campo y los agricultores así como por los embalses que siguen su descenso, más acusado aún si cabe, por las temperaturas altas que estamos teniendo para ser Marzo y que se encuentran por encima de la media.
Pero no podía ser otra fecha que Semana Santa cuando empezara a llover. Como suele ser habitual últimamente, siempre llueve en Semana Santa, causa de que muchas procesiones se hayan tenido que cancelar. Este año, debido a la gravedad de la situación es importante que llueva sea cuando sea. Desafortunadamente, las primeras lluvias llegarán con el comienzo de la Semana Santa, bienvenidas sean.

La lluvia en Sevilla el año pasado.
Así, durante los próximos días, el mapa de España se llenará de chubascos, lluvias, cielos variables y tormentas. Pero… ¿qué tiempo se espera que haga?.
Durante este viernes 30, sábado 31 y domingo 1, se espera un aumento progresivo de la inestabilidad. Cielos que se irán llenando de nubes, entrando por el suroeste de la península, afectando también a Ceuta y Melilla.  Las precipitaciones serán en forma de chaparrones, pero pueden venir acompañados localmente de tormentas. Comenzarán de forma débil el viernes, extendiéndose durante la jornada de sábado, con una mayor probabilidad hacia todo el suroeste peninsular y Andalucía Oriental. Estas nubes y precipitaciones se irán extendiendo de forma más débil y localizada a puntos del interior peninsular, donde, durante la tarde del domingo, se podrían registrar algunas precipitaciones débiles. En el resto del área mediterránea, Cantábrico, Alto Ebro y Baleares sólo se esperan algunos intervalos nubosos de nubes medias y altas. En Canarias podría escaparse alguna gota en la zona norte de las islas con mayor relieve. Las temperaturas no sufrirán en general cambios significativos. El viento será moderado en zonas del Estrecho, localmente fuerte, pero que amainará conforme avance la jornada.
Durante la semana que viene, comprendiendo del lunes 2 de Abril hasta el jueves 5 de Abril, existe aún cierta incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir…
A día de hoy, podemos decir que lo más probable es que se extienda la inestabilidad que teníamos en días anteriores en el sur y suroeste hacia el resto de la península. Baleares, Ceuta y Melilla con cielos cargados de nubes y con probabilidad alta de chaparrones, que pueden venir acompañados de tormenta. Es posible que esas precipitaciones puedan ser puntualmente intensas. En Canarias, posibilidad de lluvias débiles en el norte de las islas de más relieve. Las temperaturas máximas descenderán de manera moderada, mientras que las mínimas se mantendrán sin cambios o podrán ascender ligeramente. Los vientos en España no serán noticia durante esa semana, pero si que pueden ser especialmente intensos en momentos de tormenta.
Tengo que avisar, que las previsiones a largo plazo no son muy fiables, ya que es una previsión para muchos días y cualquier pequeña variación en los modelos puede suponer un cambio de tiempo radical en cualquier zona. Por ello es necesario la actualización de los datos y las previsiones en cada localidad. Para ello, para seguir el tiempo día a día de la Semana Santa en Madrid y en el resto de España, me podéis encontrar en twitter como @CarlosWeather. Allí actualizaré el tiempo día a día y las últimas previsiones.

sábado, 10 de marzo de 2012

¿Dónde está la lluvia?


España es un país que se caracteriza, en general, por su falta de lluvias durante el verano. Un verano que cada año empieza antes y termina después.
Después de estos últimos años de lluvias y nieve por encima de la media, sorpresas blancas incluso en la capital, inundaciones en Andalucía en Febrero de 2010 y temperaturas ligeramente por encima de lo que es normal… ahora se cierra el grifo. Desde finales de Noviembre del año pasado, el grifo de agua se ha cerrado en España.
Las últimas lluvias que hemos tenido fueron las del otoño (estación que se cerró alcanzando la media de lluvias in extremis), a partir de entonces, el potentísimo Anticiclón de las Azores lleva sobre nosotros lo que llevamos de invierno, que en pocos días finalizamos y no ha dejado a penas el paso de Borrascas atlánticas importantes, llenas de lluvia y nieve (como acostumbra a ocurrir en estas épocas del año). La mayoría de las precipitaciones de este año se han limitado al Cantábrico y, paradójicamente, a las Islas Baleares, quienes cierran en positivo este invierno en lo referido a lluvias. En el resto del país, incluyendo las Islas Canarias, arrastramos un invierno “anormalmente seco”.
   En la mayoría de ciudades españolas se están batiendo récords por falta de lluvias, pudiendo catalogar este invierno como uno de los más secos de la historia de España, al menos, desde que se tienen datos. Por poner un ejemplo: en Madrid, la media de lluvias entre Diciembre-Enero-Febrero es de casi 120 litros por metro cuadrado. Si esta cifra la comparamos con los escasos 21 litros que hemos recogido en estos tres meses, llama la atención el cambio tan brusco en la cantidad de precipitaciones, no ha llovido ni dos días seguidos en la capital desde que comenzó el mes de Diciembre. Tenemos que recordar, que el invierno y sobretodo la primavera del año pasado fueron especialmente húmedos en España, y que, por tanto, podría tratarse de ciclos. Ciclos o períodos más secos y más húmedos que atraviesa siempre nuestro país. 
   Los embalses, por su parte, están muy por debajo de la media que teníamos en año pasado (80%) y ligeramente por debajo de la media de los últimos 10 años (65%)  a lo que acostumbra ser normal para estas épocas, se encuentran a día de hoy al 62%.
Embalse del Atazar, Madrid
Embalse del Atazar, Madrid
  En 2004, 2005 y 2006, España sufrió sequías muy severas que amenazaron a gran parte de la población con restricciones de agua incluso en meses que no eran estivales, como el otoño. Posteriormente, los años 2009,2010 y 2011 se han caracterizado por precipitaciones que si alcanzaron la media e incluso llegaron a ser hasta un 30% más abundantes. Pero desgraciadamente, la tendencia del tiempo ha cambiado. Desde este verano, en el que también ha llovido muy poco (menos de lo normal), las lluvias de otoño llegaron casi al finalizar la estación y de forma abundante. Posteriormente, durante este invierno, se les ha perdido la pista. ¿Dónde están las lluvias?.
   Y es que sigue sin llover en España y de no hacerlo antes del próximo mes, el Ministerio de Medio Ambiente, activará un plan de emergencias contra la sequía. Una sequía que nos afecta a todos por igual y que de no tener una primavera lluviosa, el verano podría ser muy duro, con restricciones de agua en muchos puntos de la península antes de comenzar la estación estival.
No podemos hacer que llueva, pero si podemos ahorrar agua y cuidarla. Cada gota cuenta.

domingo, 12 de febrero de 2012

¿Qué es una ola de frío? "Siberiana 2012"

Una ola de frío es una situación atmosférica que produce unas temperaturas extremadamente bajas en relación con la media de la época y que suele durar unos cuantos días.
Se forman por la invasión de masas de aire muy frío. Su extensión puede ser de centenares o miles de kilómetros cuadrados.
Ola de frío de origen siberiano
Las olas de frío siberianas, como la que España a sufrido a principios del mes de Febrero, se origina en las proximidades de los polos, sobre las aguas heladas del océano Ártico y los casquetes de hielo de Groenlandia y la Antártida. Se caracterizan por sus bajas temperaturas y un bajo contenido de humedad. Por esta razón, la nubosidad es escasa y hay poca probabilidad de lluvias. Son masas de aire muy estables. A medida que se trasladan hacia las latitudes más bajas se transforman dependiendo de las zonas por dónde pasen. Cuando su trayectoria es continental, experimentan pocos cambios y no ocasionan grandes nevadas.
La ola de frío también afectó a España, entrando por el NE de la península.
Pero, otras, como las que afectan Europa occidental a finales de invierno o inicio de primavera, se inestabilizan cuando pasan sobre el océano Atlántico provocando grandes nevadas y fuertes descensos de la temperatura.
La ola de frío se extendió por toda Europa, afectando también al Mediterráneo, donde combinada con la humedad del mar provocó intensas nevadas en Italia.
Italia no se ha librado de las intensas nevadas. En algunos puntos del Norte y Centro del país italiano se han llegado a recoger hasta 3 metros de nieve en estas últimas semanas.
 En el caso de España, esta ola procedente de Siberia ha traído poca precipitación, ya que ha ido avanzando por Europa del este, Europa central y finalmente, pasando por Francia ha llegado a España, sin tener ningún suministro de humedad en nuestro país, a excepción de algunas nevadas en el norte peninsular, donde las precipitaciones se han juntado con el frío intenso.
La presencia de una Borrasca en el Mediterráneo (girando en sentido contrario a las agujas de un reloj) y al Anticiclón frente a las costas de Portugal (girando en sentido a las agujas del reloj) han formado un pasillo perfecto para la entrada de esta masa de aire tan frío.