Antes de nada, tenemos que tener en cuenta algunos factores, y es que el frío, no es más que la ausencia de calor y que el viento condiciona lo que realmente sentimos.
Un día frío con mucho viento, puede reducir la temperatura que sentimos de manera muy significativa. En cambio, otro día, con frío, pero sin viento, no tenemos la misma sensación, ya que mayor parte de las ocasiones en las que hablamos de un día "desapacible" refiriéndonos al frío, son principalmente por causadas el viento, que agudiza la sensación ya de por sí fría. La sensación térmica, es la temperatura que sentimos las personas, no la real. Podemos observar como un termómetro en invierno no baja de los 5ºC, y el viento produce que lo que nosotros percibamos sean temperaturas rozando los 0ºC o incluso por debajo.
¿Y entonces, por qué sentimos más frío cuando sopla el viento?.
Hablamos de cosas pequeñas, muy pequeñas: Las moléculas. Las moléculas que rodean nuestro cuerpo, que están pegadas a la superficie de nuestra piel están recibiendo el calor de éste, por tanto ellas se calientan, creando una película de partículas más calientes alrededor de la superficie de nuestro cuerpo. Como ejemplo, podríamos utilizar el que ocurre en verano cuando nos metemos en una piscina. Si el agua está muy fría puedes nadar, o en su defecto, te quedas parado, sin mover absolutamente nada, y notas como el agua, por momentos "ya no está tan fría". Esto último, se debe a que el calor que expulsa tu cuerpo ha calentado las partículas de agua que te rodean, que están pegando con la superficie de tu cuerpo, entonces la sensación de frío, es menor, ya que los receptores sensoriales (térmicos en este caso), se encuentran en la superficie de la piel.
Aquí tenéis una tabla en la que se puede comparar la temperatura real, sumada al viento y la sensación de frío que se obtiene debido a la combinación de ambos:
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Carlos Velasco