Durante la segunda mitad del lunes 16 de agosto de 2010 se desarrollaron tormentas fuertes acompañadas de precipitaciones en algunas zonas de la provincia de Córdoba que alcanzaron carácter torrencial, persistente y muy localizado, como consecuencia de potentes desarrollos de focos convectivos muy organizados y de lento movimiento.
Se formó lo que técnicamente se llama una “supercélula convectiva” de gran desarrollo, que en lugar de irse desplazando permaneció prácticamente estacionaria durante bastante tiempo, es decir un enorme cumulonimbo con gran cantidad de agua en su interior que fue cayendo hasta acumularse cantidades absolutamente inusuales (la media de agosto en esa comarca es del orden de 3mm y la anual es algo superior a los 500mm). Posteriormente, se originó una línea de tormentas que fueron dando origen a lluvias de diversa intensidad pero no de la magnitud de esas otras. Desafortunadamente, ese tipo de fenómenos, el estancamiento de esas supercélulas, no son predecibles hoy en día y de ahí que no se pudiera dar a conocer esa posibilidad con anterioridad.
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Carlos Velasco